El asesinato de Mahatma Gandhi ocurrió el 30 de enero de 1948 en Nueva Delhi, India. Gandhi, conocido por su liderazgo en la lucha por la independencia de India del dominio británico y su filosofía de la no violencia, fue asesinado por Nathuram Godse, un extremista hindú que se oponía a las políticas de Gandhi, especialmente su enfoque conciliatorio hacia los musulmanes tras la partición de India y la creación de Pakistán.
Godse disparó a Gandhi mientras él se dirigía a una reunión de oración en el jardín de su residencia en Birla House. Su muerte conmocionó al mundo y tuvo un impacto profundo en la India, un país que había ganado su independencia apenas unos meses antes, el 15 de agosto de 1947.
Este evento también marcó un punto de inflexión en la historia moderna, ya que simbolizó la violencia que surgió tras la partición de India y la importancia de la lucha por la paz en un contexto de conflicto religioso. Gandhi sigue siendo una figura emblemática de la resistencia pacífica y su legado perdura en la lucha por los derechos humanos y la justicia en todo el mundo.
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